lunes, 9 de agosto de 2010

¿Eras tú el que decías amarme?

Aunque me haga daño hoy te dejo
¿No quieres?
¡No importa, no te he preguntado!
Me voy de ti, de aquí…

Y cimentamos el mundo del color de las pasiones infinitas
existiendo juntos…
¿Amándonos?
¡No!
adornando sueños de chocolate y coco,
cuando lo único que me taponabas era el corazón…

No estoy en mí,
como nunca estuviste aquí,
proporcionándome la mano que alguna vez idealicé,
comtemplando las palabras que borboteaban de tus dedos sombríos
¿Qué hacía el que subrayaras emociones jamás sentidas…?
Lo siento, me tocó indagar, es que no cabe en el seso carcomido,
tanta quimera dicha y archivada en conversaciones que no
solo quedaron en el vacío,
cada una de ellas fueron guardadas, señor mío,
mala usanza esta de pretender revivir lo que fue…
Vamos, déjame sola de una vez,
que no te apene la zozobra que ves en mis fotos,
has de la vida tuya mientras cumples el sueño que me creaste
y quizá yo a través de ella haga la mía,
más no hagas más por retroceder,
nuestro edén acomodado nunca existió,
así como ahora con pesar entiendo,
fue solo una fantasía,
fuiste el niño que a través de un dios de cal se hizo mayor…
Y te llevé de mi mano al cielo,
con la única condición de que tú tocaras la puerta,
más no pasaste de esa nube, la cual colmaste de mis lágrimas,
para luego ser arrojadas junto con aquellas hoy distantes ilusiones,
y ahora cada vez que se abre la media noche, solo queda dormir ligada a las desilusiones…
¡Cuanto daño te hicieron niño!
te estás quedando a la mitad de lo mejor;
¡crece!
no le tengas miedo a lo que viene,
deja las mentiras, deja atrás los daños,
así como aquí escrita, dejo algo de nuestra biografía...

Tuangelfiel © - Aranx ©

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