lunes, 28 de junio de 2010

Dueña de un destino

SONETO

Que tu insolencia aleje tu presencia
de mi alma compungida y amargada
en esta vida fuiste mi advertencia
pues en manos extrañas fui juzgada.

Demostré blanca y pura la inocencia
y al fin ya no más vivo repudiada
lo que me ayudó fue mi resistencia
ahora si merezco ser premiada.

Camino con el rostro bien en alto
soy mujer y la dueña de un destino
por donde yo transito, yo resalto

Más no vislumbro aquel hombre genuino
sin caer en un mal hondo basalto
ni alejarme de nuevo del camino...

Mientras grito al cielo mi deconsuelo
entra en mí y derrama la melancolía y la desesperación...

Tuangelfiel © - Aranx ©

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