lunes, 4 de octubre de 2010

A mi hijo

Soneto

Un bosque de sonrisas es mi vida
si a lo lejos denoto tus respiros
que me regalan ramos de suspiros
teniéndome ante Dios agradecida.

Más nunca me sentí comprometida
a obsequiarte estos versos en papiros
a soñar con tus ojos de zafiros
ni a cuidar de tus pasos aun dormida...

Eres parte importante en mi existencia,
¡El todo!, que sin más rodea al alma;
que ya extraña y padece sin distancia

En estos versos quiero hallar la calma
y decir que te llevo en mi constancia
aunque mi corazón se halle en tu palma.

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