es vivir a su lado y andar atada a su mano;
Pero me paraliza el miedo,
ese que me hace pensar que no soy quién merece...
¿Pero qué es convivir?
Me pregunto si el amor bastará
y frenará mi boca
en algún momento de agitación
y así no herirlo ni destruirme.
y así no herirlo ni destruirme.
Si bien lo quiero con defectos...
¡No los veo!
¿Perfecto?
Para mis ojos si…
Es el caballero de armadura flexible a mis muecas
caprichosas, y aun así, tengo miedo...
Pero ¿Qué es convivir?
Los espejos a mi alrededor
dicen que no todo se basa en amor,
no lo conozco y él menos a mi,
pero sin pensar pongo la cabeza al fuego por él.
¿Hará lo mismo por considerar lo que le ofrezco?
Y le ofrezco no solo un cuerpo tibio en las noches de frío
o aquel beso rico por las mañanas, meriendas detrás de ellas
o un almuerzo abundante al medio día...
No.
Le ofrezco mi hombro de apoyo cuando tenga que lidiar con
las tristezas o problemas que puedan sobrevenirle de alguna inmediación,
mirar con ternura sus ojos cuando se sienta perdido a sabiendas que en los míos se hallará.
Ofrezco meterme a la hoguera detrás de él...
¡Dejar de fumar
y portarme bien!
No pelear si fulanita lo mira de extraña manera
ya que estaré segura de que quién va con él...
ya que estaré segura de que quién va con él...
¡Soy yo!
Ser la mujer suficiente
para que diga con orgullo que escogió a la mejor, dejar que bese mi mano
sin sentirlo de mi propiedad y menos sentirme idolatrada.
para que diga con orgullo que escogió a la mejor, dejar que bese mi mano
sin sentirlo de mi propiedad y menos sentirme idolatrada.
Ofrezco mi pecho para que haga nido a su manera,
con las comodidades que él requiera, dejarlo ir cuando sienta opresión,
pero también recibirlo de nuevo con el mismo calor de siempre...
Es interminable la lista, solo acabaré con esto…
Deja tus huellas a mi alrededor, ten el valor de acabar con mis dudas
y se el patriarca de esta vida que comenzaremos juntos.