Fueron las poesías y las letras las que aquí comenzaron todo,
de conversaciones indiscretas nació la magia imperfecta,
que logró sellar dos corazones en un camino.
Porque este escrito lleva tu nombre,
es que realza la belleza de su contenido
y también hace la magia en mi pluma,
que a medida que va detallándote,
se hace excelsa…
Callo al mirar mi horizonte solitario,
mientras vas enterrándome las agujas de tu indiferencia,
placer que te das mientras sonrío a medias ocultando mi inconformidad,
teatro abierto de todos los días…
Donde publico las recriminaciones,
que el alma le hace a las manos,
por ser ejecutoras malsanas,
de la cruel desazón.
Qué triste a veces son las palabras,
que rápido hacen que acaben la función.
Como si el rocío fuera esparcido de mis ojos,
partiendo del interior,
arremetiendo el orgullo que me denomina hembra,
cayendo a tus pies por amor…
Inundando la vida, inundando el calor,
dejando este pálido frío
y esta congelada sensación,
una estatua que se hastía,
que se mira muda en el reflejo,
de la mascara burlona que se cree la razón.
Después de todo lo vivido te doy venia a que me recrimines,
te escucharé por todas las veces que perdonaste mi traición,
pero también rogándole a Dios que escuches mi petición…
Un momento,
una charla,
una nueva conversación,
una redención de este castigo autoimpuesto,
por pensar más que sentir.
Culpables somos por dejar al corazón sin oír…
Ahora en medio de este silencio,
respiro en el atascon imaginario,
de tu presencia y sensación.
En esta fatídica ausencia,
que aun siendo de días
parece meses de invierno,
largo y conspirador.
No hay vara que mida,
ni en kilómetros la desesperación,
el largo desasosiego
y esta impotente inspiración,
que tira letras siniestras,
llenas de tanto pesar y confusión.
Deja que amanezca nuevamente en mi ventana,
hazme el trayecto insufrible,
mientras busco la tonalidad que une nuestras almas,
usa el sello de tu inicial
y que se haga imborrable al tiempo.
Trasnocha conmigo buscando la estela que nos guíe a nuestra futura guarida,
ahí, no seremos dos animales más de distintas especies,
seremos nosotros,
un solo demonio apagando las llamas de este infierno.
Esperemos juntos el tiempo cómplice que se compadezca de este incierto,
dejemos que la bruma de la posibilidad acaricie el amanecer de las lunas,
donde las historias imposibles consiguen realizarse.
Iré hacia ti,
más no prometo quedarme en cuerpo presente,
solo mi esencia como siempre te envolverá y cuando esté partiendo,
el mundo le hará batalla a mi cobardía,
mientras mi coraje de algún lado gritará,
que lo abandone antes de conocerte...
Solo prometo en esta noche,
bajo la luz de la luna que nos mira,
que aguardare el minuto en que se unan nuestras vidas,
donde las palabras sean humo
y solo se escuchen las caricias.
Estaré media muerta,
media viva,
seducida y adherida a tus labios,
a tu recuerdo que se quedará cincelada a la soledad.
Evelyn L © - Consuelo L. ©